limpieza de comunidades

¿Cómo realizar una correcta limpieza de comunidades?

Las empresas dedicadas a la limpieza de comunidades saben muy bien lo que necesita el colectivo de sus clientes tipo. Y estos no son otros que las fincas, los edificios de viviendas y también de oficinas, que precisan un mantenimiento que pasa, básicamente, por los servicios de limpieza periódicos.

Para ello, tanto los recursos humanos como técnicos que ponen a disposición de su trabajo, están en consonancia con la demanda específica de sus clientes, cada vez más exigentes en eficacia y en precios.

Teniendo en cuenta que la puesta a punto permanente de un inmueble se efectúa con la asistencia regular tan solo en lo relativo a limpieza, hay determinados trabajos adicionales que se llevan a cabo en distintas frecuencias e intervalos de tiempo. Dependiendo de las características de la comunidad que se trate, la empresa elabora un presupuesto que recoge las tareas, la frecuencia y los medios que va a implementar, tanto humanos como técnicos. El resultado de todo ello es lo que firman la empresa y su cliente mediante un contrato anual generalmente

Y bajo ese contrato el personal de limpieza de comunidades acudirá al inmueble para atender escaleras, hall, ascensores, cristales, fachada, portal y garaje. En muchos casos se ocuparán de las instalaciones comunes en recintos cerrados donde residen varios bloques, hay piscina y lugares de encuentro de la comunidad, vestuarios, gimnasio e instalaciones similares como jardín infantil.

Para este tipo de mantenimiento se aporta personal con experiencia y también las herramientas y productos usados, lo cual es competencia de los especialistas. La frecuencia de cada tarea será especificada conforme aconseje la empresa de acuerdo con el administrador o presidente de la comunidad, dado que será el responsable de mantener dicho contrato y buscar alternativas en caso de disconformidad con las tareas u otras incidencias.

Limpieza de cristales exteriores, fachadas y labores tales como limpieza de cuartos de comunidad, se contemplan con menos frecuencia pero se incluyen en el mantenimiento global de los edificios.

En una comunidad pequeña en el casco urbano, las necesidades se restringen a la escalera y el portal, lo cual tampoco es excusa para desatender dicha limpieza. Sin embargo, las empresas que atienden este tipo de comunidades dedican una parte de su personal a cubrir este perfil de clientes aunque lo derivan también a fincas de mayor envergadura, donde se requiere implementar el esfuerzo y la frecuencia.

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