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Cómo mantener limpia una oficina

El mejor sistema de mantenimiento de limpieza es tener a raya los malos hábitos de higiene y organización. Y si en el hogar se nota, en la oficina también, por lo que mantener en buen estado y limpia la oficina pasa también por un uso adecuado del mobiliario, equipamiento e instalaciones en general.

Sin embargo, no parece que sea este el único método ni tampoco el más eficaz a medio y largo plazo, ya que se acumula polvo, se generan partículas de suciedad producidas por algunos objetos y sobre todo el baño y otras zonas menos transitadas, necesitan ser tratadas frecuentemente.

Ante la certeza de que el orden no es suficiente, las empresas pequeñas y grandes contratan un servicio de limpieza oficinas mediante el método de acudir diaria o alternativamente en horas al día para realizar el mantenimiento.

Suelos, cristales, mobiliario, baños, almacenes, salas de reuniones, despachos y recepción, así como las diferentes instalaciones de que disponga la oficina, tendrán su limpieza periódica que evitará que se acumule suciedad. Generalmente estas tareas tienen lugar fuera del horario de oficina e incluso de noche, dependiendo del horario laboral de la misma, por lo que pueden realizarse en fin de semana o cuando las partes acuerden.

Si es un edificio de despachos, es posible que la administración del inmueble ponga a disposición de sus inquilinos y propietarios un servicio de higienización contratado por la gerencia. En este caso, el responsable de estas tareas incluye el coste del servicio en la factura del alquiler como un servicio de la comunidad del inmueble.

Si la oficina se encuentra en otra situación diferente, la limpieza es contratada a título individual por la gerencia y el contrato lo llevarán a cabo entre las dos partes, estableciendo las tareas a realizar y la periodicidad con que asistirá el personal a las instalaciones.

El proceso siempre es el mismo, supervisar el espacio y las características por parte de un inspector técnico de la empresa para comprobar in situ cómo son las instalaciones. A partir de establecer qué tareas son las que llevarán a cabo y las que no, el cliente y la empresa mantendrán una relación de prestación de servicios durante un tiempo determinado y unas condiciones en precio pago.

Si se hace un contrato anual, las condiciones suelen variar de si se contrata sobre aviso cuando es necesario acudir al inmueble, a la nave o a la oficina de una industria, por ejemplo. Ya que si se trata de naves industriales e instalaciones similares requieren otro equipamiento y personal destinado a estos clientes.

Para concluir, os dejamos este artículo de El País, sobre los gérmenes en los despachos, para remarcar la importancia de mantener vuestro lugar de trabajo siempre bien higienizado.

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